sábado, 29 de septiembre de 2012

ICARO



Ícaro de Felipe Herrera. Parque Los Caobos, Caracas







Un hombre no es pájaro y debe soportar la




ruindad de estar unido a la Tierra como un 




ángel al Cielo...



         
                                           Wilfredo Machado

domingo, 4 de marzo de 2012

GEORGE MELIES Y LA FABRICA DE SUEÑOS

George Melies (1861 - 1938)
Imagen: wikipedia

Vi la hermosa película Hugo de Scorsese y me quedé impresionado e inspirado por la vida y obra de George Meliés... Un hombre que supo en su corazón que debía dedicar su vida a convertir sueños en realidad, como si  supiese que haciendo esto inspiraría a muchos otros a soñar y a trabajar para lograr sus sueños, al menos me inspiró a mi. Así que les recomiendo esta película y la obra maestra de Melies: Viaje a la luna (1902).

Melies fue fabricante de zapatos, mago, actor, director, producto, ilusonisa, cineasta, soñador, fabricante de sueños... Hermosa su historia y maravillosas sus películas. Acá les pongo la más famosa...




lunes, 6 de febrero de 2012

LA MECEDORA DE BAUDELAIRE





Baudelaire se me aparece entre los bosques de mi memoria, entre la penumbra y la umbra, por entre la entramada maraña de lo que trato de olvidar, de lo que olvide y de lo que no se deja olvidar. Baudelaire desde la carroña más cruel de mis malos momentos, desde las noches en vela de la tragedia, o quizá tragicomedia de lo que he vivido y soñado o más bien imaginado.


Baudelaire surge como entre una embriaguez eterna de vino, de poesía, de esas tardes en el balcón, elevadas tardes y mañanas, del griego antiguo y la flauta dulce. Baudelaire surge como impacto terrible en mis entrañas como una cortada brutal en el bajo vientre como un seppuku repetitivo como de Sísifo... Baudelaire Tantálico y de amargos cafés, de sexo manipulador y máscaras de la muerte... Baudelaire se mece en mi vida, con paciencia de buitre hambriento...



Elevación

Por encima de estanques, por encima de valles,
De montañas y bosques, de mares y de nubes,
Más allá de los soles, más allá de los éteres,
Más allá del confín de estrelladas esferas,
Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda
Con voluptuosidad indecible y viril.

Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,
Sube a purificarte al aire superior
Y apura, como un noble y divino licor,
La luz clara que inunda los límpidos espacios.

Detrás de los hastíos y los hondos pesares
Que abruman con su peso la neblinosa vida,
¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!

Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,
Levantan hacia el cielo matutino su vuelo
-¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,
La lengua de las flores y de las cosas mudas!