domingo, 15 de noviembre de 2009

SOÑÉ CON CUZCO Y CON TU MIRADA...


Soñé con Cuzco, con el Titicaca, con la secreta y pública Isla del Sol. Secreta en lo secreto consumada, pública en los turistas visitada. Veo el camino del Inca en las noches estrelladas, la noche se despeja en mi ciudad luego de las tres de la madrugada. Pienso en Holadios, en Didelphia, en el bumerang dual de mi conciencia, en el adormecimiento de mi conciencia, en un posible despertar, como de una pesadilla. Me depierto de mis viajes como de una pesadilla, mis miedos transitan los caminos empedrados de mi imperio.

Ya que el amor huye de mí, aunque sé que existe, aunque se de berengenas y madrugadas, aunque sé de mapas de galaxias en tu mirada, mi soledad puede más y me conduce por la vía del fuego a cocinar el recuerdo de tus miradas. Tu recuerdo fermenta y leva el gluten de mi soledad, lo fortalece con amasado intenso de dos en dos. El pan que como es el pan que amasa tu ausencia, el pan que como es mi soledad que trabaja por la vía del fuego para llevarme a mis sueños terribles, cortos y lejanos de tí y de mí.

Ya no miro el cinturón de Orión, sé que no nos pertenecemos más. Nunca fui de nadie, sigo siendo tangencial en la vida, soy una tangente tímida pero orgullosa que se sabe no parte de la figura, pero la toca y la mira y muchas veces la envidia.

Soñé con Cuzco y con tu mirada, que ya no me mira... Y entre mi soledad y tu no hay ni un milímetro, pero no son las misma roca, como los muros de Cuzco. Soñé con Cuzco y con tu mirada...