Vicente Huidobro se me aparece en sueños como molino de vientos, o cae en paracaidas en las tardes en que pienso en rosas y en versos. Huidobro llegó a mí desde un anaquel, desde un libro viejo con un nombre como de creación: ¡Altazor! Hoy pienso en aquellos días de diciembre con cielo azul prístino donde conocí a este poeta maravilloso. Salto ante mi desde el anaquel y su mundo se me abrió entre letras y versos. Aca dos poemas hermosos para recordar ese diciembre.
Arte poética
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh, Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol
El Poeta es un pequeño Dios.
Molino
El viento más que un asno es paciente.
Gira gira gira
Molino que mueles las horas
Pronto será la primavera
Y tendrás tus alas cubiertas de flores
Gira gira gira
Molino que mueles los días
Pronto será el estío
Y tendrás frutos en tu torre
Gira gira gira
Molino que mueles los meses
Pronto vendrá el otoño
Y estarás triste en tu cruz
Gira gira gira
Molino moledor de años
Pronto vendrá el invierno
Y se helarán tus lágrimas
He aquí el verdadero molino
No olvidéis jamás su canción
Él hace llover y hace el buen tiempo
Él hace las cuatro estaciones
Molino de la muerte Molino de la vida
Muele los instantes como un reloj
Éstos también son granos Molino de la melancolía
Harina del tiempo que pondrá nuestros cabellos blancos.