jueves, 6 de mayo de 2010

DE PESSOA A CROWLEY Y DE UNO A LOS MUCHOS


Fernando Pessoa

"La lengua es mi Patria ,
Y no tengo patria, tengo matria,
Yo quiero fratria..."
De la canción Língua de Caetano Veloso
Inspirada en la frase de Pessoa: " Mi patria es la lengua portuguesa..."


Dicen que Pessoa conoció a Aleister Crowley por cartas, que le corrigió una carta astral que el mismo Crowley hizo de sí mismo y que publicaron, allí halló Pessoa un error de cáculo en ella y le participó esto al famoso ocultista. Crowley quedó impresionado de los conocimientos de astrología que poseía Pessoa, y se hicieron amigos así de correspondencia, más tarde el hombre más perverso del mundo (Crowley) viajó a Lisboa a conocer al poeta.

Cuentan que Fernando le contó al mago que cuando escribía sentía que no se sentía una persona, una sola, que sentía que él Fernando Pessoa no era uno era muchos, que residían en su pecho los muchos. El mago le dijo al poeta que explorara eso, y practicando ese consejo como un ejercicio nacieron los heterónimos que lo hicieron tan famoso. Si esta anécdota es real en verdad no lo sabemos pero le pone un poco de sabor a la maravilla que es leer los diversos personajes que son Pessoa y que no lo son a la vez.

Me impresionó la poesía de Pessoa cuando tenía como veinte años y aún me impresiona, hay muchas voces en él que resuenan en mis voces, ese multitud que reside en mi pecho y que no me deja ser consono conmigo mismo, quizá deba explorara mis propios heterónimos y ver la evolución, mientras mis voces se desencuentran y no se ponen de acuerdo, un día las citaré en un café para tomar con ellos una cerveza helada y decirles que se que yo no soy uno sino muchos.


Autopsicografía

O poeta é um fingidor.
Finge tão completamente
Que chega a fingir que é dor
A dor que deveras sente.

E os que lêem o que escreve,
Na dor lida sentem bem,
Não as duas que ele teve,
Mas só a que eles não têm.

E assim nas calhas de roda
Gira, a entreter a razão,
Esse comboio de corda
Que se chama coração.


Autopsicografía

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.

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