Viajé un poco por el país estos días, y he vuelto un poco triste, Venezuela está arropada por el hampa. Ya no hay respeto por la vida, y menos por la propiedad ajena. Muertos a diario, sosobra, nervios de estar en la calle, cualquier carro, cualquier moto y todos piensan que es un atraco. Estoy muy triste, a nuestro país se lo lleva el diablo mientras los políticos, como siempre hablan pistoladas y cuentan sus mentiras. El pueblo engañado no vota por el país, vota por sus propias conveniencias. El tercer mundo lo hace la política, los políticos y el pueblo, que no vota por el candidato sino por su propio egoísmo. Los países son bipartidistas, pero eso de los partidos políticos bastante engañoso, el candidato lo impone el partido, no importa quién sea.
Monigotes estos candidatos, y monigotes los votantes, triste debemos estar, el país está en ruinas, se lo lleva la desidia y la falta de nacionalismo, y en un gobierno militar que permite la delincuencia como medio de perpetuarse, los venezolanos se debaten entre huir del país o luchar contra la corriente. Pienso en todos los hijos de inmigrantes que de mi país se han ido.La fría ceguera política embate en la noches de mi país y a mi pueblo lo abriga el hampa, que triste imagen.
Monigotes estos candidatos, y monigotes los votantes, triste debemos estar, el país está en ruinas, se lo lleva la desidia y la falta de nacionalismo, y en un gobierno militar que permite la delincuencia como medio de perpetuarse, los venezolanos se debaten entre huir del país o luchar contra la corriente. Pienso en todos los hijos de inmigrantes que de mi país se han ido.La fría ceguera política embate en la noches de mi país y a mi pueblo lo abriga el hampa, que triste imagen.